César Montaño Galarza
Rector
Universidad Andina Simón Bolívar sede Ecuador
El periodismo entendido en términos generales es una área de conocimiento compleja y útil para la sociedad; su actividad profesional requiere de personas conocedoras de su ámbito de desempeño, alcances y límites, para que la noticia llegue al público con transparencia, veracidad, oportunidad y credibilidad. El periodismo también debe ejercerse con ética, aplicando principios y valores universales. Y esto tiene que ser así porque al igual que las demás profesiones, el periodismo es un servicio para el ciudadano, quien merece estar informado sobre todo de los asuntos inherentes al interés común.
Sin pausa, la dinámica social dentro del país y a nivel internacional genera innumerables realidades que por su trascendencia deben ser conocidas adecuadamente, sin dejar de lado sus aristas, aunque algunas resulten incómodas, complejas o hasta repudiables. Se trata precisamente de emitir una crónica, un mensaje fidedigno de la realidad -positiva o negativa, libre de sesgos ideológicos y políticos-, ágil y exento de distorsiones.
El funcionamiento del Estado y de las instituciones de los diversos niveles de administraciones públicas también son cantera inagotable de acciones, reacciones y novedades que no solo interesan al espacio más cercano de incidencia, sino también al amplio público preocupado por su destino como comunidad. Además, los asuntos de interés general pueden tener que ver también con cuestiones de orden político, social y económico, significativas para la nación.
Es de índole pública lo que ocurre al calor de la puesta en práctica de las competencias de las funciones tradicionales de un Estado republicano, es decir, lo que hacen o dejan de hacer el gobierno -ejecutivo-, Asamblea Nacional -legislación y fiscalización-, y judicial -Administración de Justicia-; en Ecuador habría que agregar la Función de Transparencia y Control Social -contraloría y participación ciudadana-, y la Función Electoral -procesos electorales-.
Dentro de ese amplio panorama e inagotables fenómenos que ocurren por el accionar estatal surgen situaciones que suelen generar atención singular, me refiero a las relacionadas con el respeto que deben tener autoridades y particulares frente a todo el ordenamiento jurídico. En tal contexto, son muchos los casos que pueden presentarse, que van desde el simple incumplimiento de las normas, hasta casos de abuso de poder y corrupción.
A diario hay noticias sobre la situación de personas involucradas en casos de interés público que se ventilan en el sistema judicial. Para elaborarlas los periodistas deben dominar los procesos judiciales y sus diferentes etapas, los formalismos y la terminología de rigor, las competencias de las diferentes autoridades judiciales, las instancias -nacionales, internacionales y supranacionales- que deben resolver, las apelaciones, los recursos, los medios de prueba y de defensa, los derechos en general.
La amplia casuística que emerge de la interacción del Estado y sus autoridades con los particulares sean estos personas naturales o jurídicas, empresas, organizaciones diversas, puede involucrar a diversos personajes, y resultar relevante para la sociedad, por ello, la noticia debe cubrirla bajo los parámetros ya indicados, esto porque, por una parte, interesa a la democracia, al Estado de Derecho, a la lucha contra la impunidad y la corrupción, a la convivencia pacífica, a la seguridad jurídica, y por otra, a la situación de las personas, sus derechos y buen nombre.
He aquí la importancia del periodismo judicial y la responsabilidad del periodista al ejercerlo; es mucho y delicado lo que se pone en juego al recabar información en el ejercicio periodístico y transmitirla al gran público ávido de recibirla no solo a través de medios tradicionales, sino también de las numerosas vías que brinda la tecnología actual
Por todo esto es plausible el esfuerzo de quienes integran la “Fundación Círculo de Periodistas Judiciales del Ecuador”, para pensar y ejercer el periodismo judicial comprometidos con la verdad y rigurosidad en el digno trabajo que realizan por una sociedad mejor informada.